jueves, 29 de julio de 2010

Dando vidilla.

Siempre deseó
que un día la suerte
le dijera que sí,
que hoy es la de verdad,
que hoy te mira.
Siempre quiso dormir
abrazado al despertador
para verla más rápido.
Siempre anheló,
madrugar con ella,
verla despertar.

Pero la realidad siempre le gana
le recuerda
que escribe a lo que no tendrá,
que se inspira
en el beso que nunca
le dio.

Se harta de esperar
esa mirada
que no sale,
esa sonrisa cómplice,
ese "te quiero"
que no llega.

Y es cuando entrega las armas,
cuando deja de luchar por
verla, abrazarla...
quererla.
Es entonces cuando se rinde...
hasta otro amanecer,
Se rinde
y vuelve a caer.