domingo, 16 de agosto de 2009

Estaba el cielo lleno de estrellas... y hemos pasado la noche con ellas.

Ahora que parecía que se había secado la fuente mágica de la que bebo cuando quiero escribir, justito ahora llegaste tú y tus miradas.
Las chispas saltan cuando nos cruzamos y el mundo tiembla cuando nos miramos.
Esas horas que me has regalado en la plaza del pueblo, esas 2 horas en los caminos… cortas.
Tengo tantas cosas que decirte…
- Tienes unos ojos muy bonitos…
- Me gusta tu pelo, respondes.
- Me gustas toda tú, ¿quieres que me siga acercando?
- Si.
Te echo de menos hoy, mañana no lo sé. Si pudiera volver atrás y quedarme allí, elegiría sin dudar ir a tu lado, bajo las estrellas, para poder contarlas y cogiditos de la mano poder decir que te quiero.